El tráfico que viene traerá reducciones de la velocidad, más vigilancia en las carreteras y un mayor compromiso por la seguridad vial en el que los ayuntamientos tendrán un papel decisivo. Peatones, ciclistas y usuarios de VMP (vehículos de movilidad personal) son los usuarios vulnerables, y a elevar su protección van dirigidas buena parte de las medidas que la DGT tiene preparadas y que solo estaban pendientes de que hubiese un Gobierno estable.
A 30 en las calles de un carril
Es la medida estrella de la actual cúpula de la DGT. Calmar el tráfico en el entorno urbano es el gran objetivo para reducir las muertes de peatones y ciclistas, sometidos a una gran presión por el automóvil. La DGT quiere establecer las bases del futuro del tráfico en las ciudades con un decreto de medidas urbanas que limitará a 30 kilómetros por hora la velocidad máxima en las calles de un único carril por sentido de circulación. El límite bajará a 20 por hora en las calles de plataforma única en las que conviven, sin aceras, vehículos y peatones. El argumento de la velocidad es clave para los responsables de la DGT, en especial después del éxito de su primera medida estrella: la reducción de 100 a 90 de la velocidad máxima en carreteras convencionales. En los tramos rebajados se han reducido los accidentes mortales.
«Vamos hacia un modelo de tráfico calmado en el que no haya fallecidos». Pere Navarro, Director General de Tráfico.
Patinetes fuera de las aceras
Los patinetes eléctricos son los grandes protagonistas en el tráfico. Su entrada en escena ha sido fulgurante y en ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia el conflicto es permanente debido a que no existe una regulación específica sobre el uso de estos vehículos. ¿Por dónde deben circular?, ¿a qué velocidad?, ¿hará falta casco? Son preguntas que la DGT está obligada a responder cuanto antes.
Algunos ayuntamientos han empezado a regular con ordenanzas propias el caos de los patinetes eléctricos, pero es necesario un marco estatal que siente las bases sobre los VMP y que responda a las tres preguntas. Tráfico ha lanzado una instrucción urgente en la que da algunas respuestas. Los VMP son vehículos de una o dos ruedas y de solo una plaza. Tienen motores eléctricos y no pueden superar los 25 kilómetros por hora y no podrán circular por aceras ni zonas peatonales. Para conducirlos no se necesita carné.
Seis puntos menos por usar el móvil
El teléfono móvil es el enemigo a batir en las carreteras españolas. Es la primera causa de muerte por distracciones al volante y se calcula que un tercio de los siniestros mortales se han originado en una distracción causada porque el conductor estaba manipulando el móvil. Tráfico quiere acabar con este problema y en la reforma de la Ley de Tráfico prevista endurecerá la sanción por manipular el móvil al volante, equiparándola a la conducción bajo los efectos del alcohol o de drogas, con la retirada de 6 puntos del carné. El castigo se dirige claramente al envío de whatsApps, como se indica en el artículo que justifica la sanción: «Utilizar, sosteniendo o sujetando con la mano, dispositivos de telefonía móvil conduciendo».
La DGT reformará el carné por puntos y aumentará el castigo por enviar WhatsApps y por no usar el cinturón o el casco
Más castigo por ir sin cinturón
El permiso por puntos, implantado en España en julio del 2006, fue la gran revolución en el tráfico. Para la DGT este sistema de sanciones ha sido «la herramienta más eficaz para contribuir a la reducción de la siniestralidad en las carreteras y ciudades de nuestro país». Los expertos en seguridad vial coinciden en esa apreciación y añaden que el carné por puntos hizo que los conductores interiorizaran los comportamientos y actitudes que implican un mayor peligro. Pero la DGT quiere actualizarlo revisando las infracciones que quitan puntos, aumento de los créditos que se recuperan tras hacer cursos de sensibilización y reeducación vial y el reconocimiento de los cursos de conducción segura. En cuanto a las sanciones, además del endurecimiento por el uso del móvil, se perderán 4 puntos (1 más) por no usar el cinturón de seguridad o los sistemas de retención infantil, o por no llevar casco en las motos
El 2020 será el año de las ciudades, con el peatón como gran protagonista, junto a las bicicletas y patinetes, de las nuevas formas de movilidad urbana
Vigilancia con drones
La vigilancia del tráfico está variando con la llegada de las nuevas tecnologías. Las patrullas de la Guardia Civil incorporan radares más sofisticados en sus vehículos, han aumentado las cámaras que controlan el uso del móvil y del cinturón de seguridad y ya se han hecho las primeras intervenciones con los nuevos drones de la DGT, que pronto vigilarán las carreteras gallegas. Los guardias civiles también cuentan con furgonetas camufladas desde las que vigilan los comportamientos en la carretera.
Testimonios de víctimas antes de sacar el carné
Tráfico quiere que los futuros conductores tengan una formación que tenga muy en cuenta la seguridad vial porque la experiencia de los últimos años muestra que en los accidentes «intervienen más las actitudes que el desconocimiento de las normas». Por eso, en Tráfico apuestan por un mínimo de horas de formación presencial obligatoria en la que se aborden los accidentes como un problema de salud pública y se valoren los riesgos que implican la velocidad, el alcohol y las drogas, así como el uso del móvil al volante. En esa formación obligatoria se incluirán testimonios de víctimas de siniestros de tráfico.
Guantes obligatorios en moto
En los últimos diez años murieron más de dos mil motoristas en accidentes en las carreteras españolas. Es un colectivo vulnerable que va a ser objeto de máxima atención por parte de la DGT, que prepara un plan especial de protección, en el que destaca la obligatoriedad de utilizar guantes en moto.
Más implicación de las policías locales
«Los policías locales están en primera línea de la seguridad vial», según declaraciones del director general de Tráfico. El objetivo es conseguir que las distintas policías locales tengan una mayor implicación en la seguridad vial para tratar de reducir el número de accidentes de tráfico en el ámbito urbano.
Radares más visibles en coches patrulla
Otro de los cambios, que ya está en marcha, busca hacer más visibles los radares de la Guardia Civil de Tráfico, de forma que vayan desapareciendo los vehículos camuflados con radar, que con el paso del tiempo serán sustituidos por coches patrulla rotulados. Esos radares pueden captar los excesos de velocidad con el coche parado o en movimiento. «Se trata de que los conductores sepan que cualquier coche de la Guardia Civil puede llevar un radar incorporado», explica el jefe del Sector de Tráfico de la Guardia Civil de Galicia, Francisco Javier Molano.
Controles de tramo en todas las carreteras
La DGT también apuesta por los radares de tramo como método fijo de control de la velocidad. Hasta hace poco esos dispositivos se estaban instalando en autovías y autopistas, pero en los últimos tiempos también controlan la velocidad en carreteras convencionales. Esos radares vigilan la velocidad durante varios kilómetros y su efectividad parece estar demostrada. Los expertos aseguran que hay un cambio total en siniestralidad en las carreteras donde se han instalado.