El Ayuntamiento de Barcelona, el Servei Català de Tránsit, el RACC y la Asociación Prevención de Accidentes de Tráfico P(A)T analizaron el pasado viernes, 11 de diciembre de 2020, la seguridad vial con perspectiva de género, y el papel de las tecnologías para prevenir accidentes, en el 26 Foro Barcelona de Seguridad Vial.

Esta edición semi telemática y con cifras de movilidad y accidentabilidad muy reducidas a raíz de las restricciones por el COVID-19, ha abordado la materia desde la perspectiva humana y también ha servido para reflexionar sobre cómo poner a la tecnología al servicio de la seguridad y la prevención de los siniestros de tráfico.

En la presentación de la jornada, el presidente del RACC, Josep Mateu, destacó las distintas necesidades y hábitos de movilidad en la población según elementos como la edad, y reivindicó “ampliar la mirada y analizar la movilidad desde la perspectiva de género, un aspecto que hasta ahora no se ha tenido en cuenta” y que la jornada abordó en una mesa de debate.

Expertos abogan por incluir la perspectiva de género en la seguridad vial.

En este sentido, explicó que el RACC ha hecho un estudio -con 1.500 encuestas y unas 1.700 observaciones en el transporte público- que ha “constatado que las mujeres sufren más incidentes que los hombres”, con un 40% de mujeres que sufrieron acoso físico o verbal en sus trayectos diurnos por Barcelona frente al 24% de hombres, lo que hace que un 68 % de éstas se plantee cambiar sus hábitos de movilidad por seguridad, mientras que solo el 37 % de ellos han barajado esta posibilidad, según el estudio.

Las diferencias entre hombre y mujeres en Barcelona son reveladoras, tanto en la conducción de los diferentes tipos de vehículos como en los desplazamientos a pie, de manera que los expertos reivindican incorporar la perspectiva de género en las nuevas políticas de seguridad viaria, que hasta ahora no se ha tenido en cuenta, y fomentar el uso del transporte público para una movilidad «segura y sostenible».

Los hombres provocan el doble de accidentes que las mujeres, a las que superan en casi todas las tipologías de infracciones, se ven implicados en más atropellos o están seis puntos por encima de ellas a la hora de «asumir riesgos» como peatones al cruzar fuera de los pasos señalizados o con semáforos en rojo, entre otros datos.

Destaca, asimismo, la diferencia entre hombres y mujeres que se ven implicados en accidentes con vehículos personales como los patinetes, cuyo uso ha aumentado considerablemente, que en el caso de ellos es del 57 % frente al 19 % en el caso de ellas.

También hay diferencias sustanciales en los hábitos y, así, el 22 % de los hombres utilizan los vehículos por motivos laborales o de estudio frente a un 17 % de las mujeres, que se desplazan más por cuidados o para acompañar a personas, en un 24 % frente a un 18 %, o utilizan más que ellos el transporte público.

Los estudios y encuestas ponen de manifiesto, en definitiva, que la movilidad «no es neutra» sino «diferenciada» entre hombres y mujeres, lo que conlleva «comportamientos diferenciados», una realidad que debería recogerse en las políticas de seguridad viaria con la incorporación de la perspectiva de género.

TECNOLOGÍA y SINIESTROS

Otro de los factores fundamentales para la seguridad viaria y que centró la segunda parte de esta 26 edición del fórum de seguridad vial, es la incorporación de la tecnología inteligente en los vehículos, como la frenada de emergencia, visión nocturna, alerta por distracciones o los límites de velocidad.

Durante la mesa redonda dedicada a reflexionar sobre la aplicación de la tecnología a la seguridad vial, la fiscal delegada de Seguridad Vial de Barcelona, Isabel López, destacó que la incorporación de los nuevos sistemas inteligentes en los vehículos facilitará la investigación de los hechos delictivos y ayudará a «depurar responsabilidades» en los accidentes. Resaltó la tecnología EDR, coloquialmente conocida como cajas negras, que permite recoger datos concretos como la velocidad del vehículo hasta segundos antes de una colisión, y que “conocer esos datos a la hora de hacer la reconstrucción de un accidente va a ser vital” en las investigaciones.

«Será como el ADN para los delitos contra las personas«, dicen los expertos, quienes auguran también cambios normativos con la llegada de la tecnología inteligente como, por ejemplo, lo que sucede con el sistema de limitación de velocidad que, hoy por hoy, se puede desconectar.