NEGLIGENCIAS MÉDICAS (parte1)

Una negligencia médica es una acción llevada a cabo por un médico, personal sanitario y auxiliar, o centro de salud, hospital o clínica, contraria a la lex artis de la profesión médica sanitaria, y que produce un daño o perjuicio al paciente que no tenia el deber ni asumido el riesgo para soportarlo.

La negligencia médica parte de la responsabilidad médica y puede ocurrir en el ámbito sanitario Público como Privado.

Para determinar si estamos delante de un caso de negligencia médica, es importante poder discernir la existencia de los elementos necesarios que la definen.

Estos elementos se enumeran a continuación:

  • El actor: personal médico debidamente formado.
  • El acto: la acción del médico sobre el paciente y su salud.
  • El elemento objetivo: es el daño o perjuicio ocasionado a la salud del paciente.
  • El elemento subjetivo: es la culpa por impericia, imprudencia, inobservancia, negligencia.
  • La relación de causalidad: es la relación entre el acto médico y el daño ocasionado, que debe ser directa.

Es importante destacar que cuando hablamos de negligencias médicas nos referimos a errores producidos por omisiones o acciones médicas que, aun ocasionando un daño o perjuicio al paciente, no se realizan con la intención de producir este daño, si no que se enmarcan en el ámbito de la imprudencia.
En muchas ocasiones, los pacientes pueden desconocer si están siendo víctimas de una mala atención médica, y desconocen si los problemas que sufren pueden ser fruto de la enfermedad o de su necesario tratamiento.
La desesperación por no curarse como cabía esperar, los empeoramientos, incluso las situaciones que pueden convertirse en irreversibles producen en el paciente una situación de gran vulnerabilidad, por lo que es necesario el asesoramiento de expertos en la negligencias médicas y profesionales para poder discernir si ha existido o no algún tipo de negligencia reclamable.

Si bien, en la mayoría de las especialidades médicas, los médicos no pueden garantizar un resultado en los tratamientos ni en las intervenciones quirúrgicas (pues su obligación es de medios, no de resultado), en ocasiones, aparecen complicaciones que causan unos daños o resultados inesperados y no informados que no entran dentro de los riesgos propios del acto médico de la especialidad, y pueden ser causa de equivocaciones o errores del equipo médico, por lo que deben analizarse por si realmente existe responsabilidad.

Bajo estas circunstancias, a través de nuestra primera valoración, es siempre necesario que un Perito Médico analice el caso y, en una primera fase, estudie la viabilidad de la reclamación. A continuación, presentamos una pequeña guía para detectar posibles negligencias médicas, así como algunos consejos sobre cómo actuar en cada caso.

Cómo detectar una negligencia médica

Hay ciertos signos –no definitivos- de que puede existir una negligencia médica, que están directamente relacionados con complicaciones en la salud del paciente, como por ejemplo:

  • Largas estancias en el Hospital como consecuencia de tratamientos aparentemente sencillos.
  • Tratamientos que se hacen interminables y o muy caros.
  • Necesidad de segunda o tercera operación.
  • Procedimientos imprevistos y no planificados.
  • Malas reacciones a medicamentos.
  • Infecciones potencialmente mortales.
  • Enfermedad grave repentina después del alta.
  • Interpretaciones distintas de las mismas pruebas de diagnóstico por la imagen.
  • Resultado de pruebas poco concluyente.

Qué hacer ante una posible negligencia médica

Si sospechas que eres víctima de una negligencia médica, es importante que cuentes con el asesoramiento profesional de un abogado especializado que estudie el caso. Sin embargo, incluso previamente a esto, recomendamos que realices las siguientes acciones:

  • Continuar con el tratamiento (en caso de estar vigente) a fin de no interrumpir unos cuidados médicos que pudieran ser adecuados.
  • Pedir una segunda opinión médica sobre la dolencia o el tratamiento que se está siguiendo.
  • Recopilar tanta información relacionada con el problema médico como sea posible. Incluyendo:

Historial médico completo (es un derecho de todo paciente).
Prescripciones médicas.
Pruebas diagnósticas.
Citas médicas y visitas a urgencias.
Gastos médicos.
Gastos asociados a la lesión.
Comprobantes de pérdidas económicas (pérdidas de ingresos consecuencia de la lesión o su tratamiento médico).
Recopilación de información sobre la pérdida de calidad de vida debida a la problemática.

  • Hacer un registro personal del incidente y los tratamientos y cuidados seguidos, anotando todo lo que se pueda recordar sobre la lesión y su tratamiento. Ya que es fácil olvidar detalles que pueden ser clave en un procedimiento legal.
  • Tomar imágenes de las lesiones, si procede. Puede ser importante contar con evidencia fotográfica periódica de lesión y su evolución.
  • Determinar el posible momento donde se pudo detectar la negligencia médica, de cara a estudiar si ha podido prescribir la acción legal.
  • Contactar con el asesoramiento de abogados especializados, que puedan llevar el caso con diligencia
  • Minimizar, en la medida de lo posible, los comentarios a sanitarios afectados, personal del hospital, doctores, etc. Y sobre todo posibles responsables de la negligencia médica.

La consulta al profesional jurídico especializado le servirá para una primera criba sobre si el caso puede o no ser un supuesto de negligencia médica, debiéndose confirmar siempre, una vez el caso haya sido seleccionado como posible negligencia, con un especialista médico que analice la viabilidad del caso.

Las negligencias médicas más comunes

Estadísticamente, las negligencias médicas que más se producen son:

  • Mala atención al paciente
  • Diagnostico erróneo
  • Diagnostico tardío
  • Tratamiento erróneo
  • Errores con la medicación y sobredosis
  • Ausencia de firma en el consentimiento informado
  • Lesiones producidas en una intervención
  • Seguimiento inadecuado de un paciente.

Clasificación de las mala-praxis médicas

Analizamos la casuística de negligencia médica, según sus características:

POR PROBLEMAS EN LA INTERVENCIÓN
• Lesiones en el paciente. • Problemas con la anestesia. • Tratamiento incompletos. • Prótesis (o implante) mal colocado. • Empleo de materiales inadecuados o de baja calidad. • Perforaciones o daños internos. • Olvido de material en el cuerpo. • Mal resultado estético. • Amputación errónea. • Complicaciones en cirugía bariátrica. • Complicaciones en parto. • Lesiones en órganos cercados a afección, en operaciones laparoscópicas.

POR PROBLEMAS EN DIAGNÓSTICO
• Diagnóstico erróneo/tardío de ataque cardiaco.
• Diagnóstico erróneo/tardío de cáncer.
• Diagnóstico erróneo/tardío en feto.

POR TIPO DE LESIONES PRODUCIDAS
• Fallecimiento • Lesiones cerebrales • Lesiones nerviosas • Lesiones espinales • Lesiones que conducen a la incapacidad laboral. • Reiteración de intervención (periodo continuado de baja).

POR ÁREA MÉDICA
• Odontología. • Cirugía Estética • Cirugía general y digestivo. • Ginecología – obstetricia. • Oncología. • Anestesiología. • Psiquiatría. • Radiología. • Cardiovascular. • Medicina nuclear-radio diagnóstico. Aunque puede ocurrir en cualquier área médica.

Un error en el diagnóstico puede conllevar una tratamiento o intervención inadecuada, y un retraso en el diagnóstico correcto puede ocasionar problemas de salud al paciente.
Las negligencias médicas pueden aparecer en cualquier ámbito, siendo los más frecuentes los antes indicados y afectar al paciente en todos los ámbitos de su vida, incluido el laboral con todas las repercusiones económicas que pueden conllevar.
Los problemas en las intervenciones médicas pueden conllevar la no curación del paciente, pero además la aparición de nuevas dolencias asociadas. Como puede ocurrir en casos de poca cualificación de los profesionales, y el uso de materiales de baja calidad e inadecuados.

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