Un experto en inteligencia artificial explica cómo cambiará la movilidad
La conducción autónoma permitirá realizar otras actividades al volante.
Dos líneas de trabajo están (r)evolucionando el sector del automóvil en los últimos años. Nos referimos a la electrificación de los vehículos y a la construcción de ejemplares de conducción totalmente autónoma. Si bien la primera permitirá reducir la contaminación medioambiental, la segunda conseguirá incrementar la seguridad vial rebajando la cifra de accidentes de tráfico. Así lo considera Antonio David Masegosa, investigador de Ikerbasque en la unidad Smart Mobility del Instituto Tecnológico bilbaíno de Deusto.
Según este científico, que ha concedido una entrevista a Efe antes de participar en Vitoria en una jornada sobre nuevas tecnologías para una gestión avanzada del tráfico, “la conducción autónoma va a ser mucho más segura que la de los humanos” porque el coche sin conductor “no se cansa, no bebe, no se distrae y no mira el móvil mientras conduce”. Además, mientras el humano solo puede controlar visualmente una parte del entorno, la inteligencia artificial tiene la capacidad de hacerlo en sus 360 grados.
Los accidentes que han sufrido algunos de los prototipos sin conductor que se están probando en condiciones de circulación normal han generado ciertos recelos e incertidumbres entre la población. Sin embargo, Masegosa cree que existe un consenso entre los expertos sobre el plus de seguridad que ofrecen los vehículos autónomos. De todos modos, ha admitido que “para asegurarse de que la tecnología es aceptada y no causa ningún temor a la ciudadanía hace falta trabajar en un perfeccionamiento mayor”. Y esto podría suceder en el 2050, año en el que estima que este tipo de movilidad se implantará en las ciudades.
Su expansión conllevará un cambio sustancial en cómo las personas se desplazan de un lugar a otro. Este investigador considera “que va a permitir una movilidad mucho más barata y un mejor aprovechamiento de la capacidad de los vehículos”, de modo que la gente necesitará menos coches para moverse. Y esto, por ende, reducirá el número de vehículos en circulación y mejorará la fluidez del tráfico. De hecho, señala cómo los fabricantes de automóviles ya se están adaptando al cambio de costumbres con el desarrollo de plataformas de movilidad como servicio. Esta tendencia hará que la propiedad de un vehículo carezca de sentido.
E Volvo 360c Concept es un prototipo de coche autónomo.
En cuanto al reciente anuncio del Gobierno español de prohibir la venta de vehículos de combustión en 2040, el experto en inteligencia artificial y algoritmos considera necesario potenciar el coche eléctrico durante esta transición. Este tipo de automóviles, además, facilitan la automatización. “Tal y como se están diseñando los vehículos eléctricos, son ordenadores con ruedas”, por lo que las previsiones hablan de una automatización de parte de los procesos de conducción “entre los años 2025 y 2030” y la puesta en marcha de los vehículos autónomos “en torno a 2050”.
Pero la inteligencia artificial no sólo se centra en los vehículos, sino que también alcanza a la monitorización del tráfico y su gestión, y ya hay soluciones para detectar incidencias e infracciones en tiempo real, constata este experto
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