292 personas fallecieron debido a accidentes de trabajo en la primera mitad del año (entre enero y junio de 2019). De ellos, 259 eran asalariados y 33, autónomos. El trágico balance, no obstante, mejora respecto a los datos del año pasado en este mismo periodo, en el que murieron 333 personas con motivo de accidentes laborales.
Más allá de los accidentes que ocasionaron la muerte de los afectados, la estadística oficial aporta las cifras del conjunto de siniestros en el ámbito laboral. En los primeros seis meses del año tuvieron lugar 664.332 accidentes de trabajo, de los que casi la mitad (310.130) ocasionaron la baja médica de los trabajadores. Supone que cada día se producen en España más de 1.700 accidentes laborales con consecuencias en la salud de los trabajadores que requieren ausentarse de sus puestos.
De estos accidentes con baja, la gran mayoría se produjeron durante la jornada de trabajo (268.823) y 41.307 tuvieron lugar al ir o regresar del trabajo, lo que se denomina accidentes ‘in itinere’.
Desciende la siniestralidad
El índice de incidencia, que muestra los accidentes producidos por cada cien mil trabajadores, permite comparar el alcance de la siniestralidad sin que el dato se vea alterado por los aumentos y descensos en el número total trabajadores en el mercado laboral.
Según este indicador, los accidentes laborales de los asalariados durante sus jornadas han descendido. Hubo 275 accidentes por cada cien mil empleados, un 2,3% menos que en el primer semestre de 2018. En cuanto a los accidentes mortales de personas asalariadas, el dato fue de 0,2 muertes por cada cien mil personas, un 24% menos que el año anterior.
El Ministerio solo compara la incidencia de los accidentes de 2018 y 2019 de las personas asalariadas debido a un cambio metodológico en la estadística sobre siniestralidad. Desde enero de 2019 se incluye en la estadística los datos de los autónomos, ya que desde este año todos los trabajadores por cuenta propia cotizan a la Seguridad Social de manera obligatoria por accidentes de trabajo. Este cambio amplía mucho la población de referencia en la estadística, precisa el Ministerio, por lo que algunas comparativas con el año precedente solo se realizan dentro del colectivo de asalariados.
Otra «importante novedad», recuerda Trabajo, es que desde el inicio de este año se cuentan como accidentes mortales todos los fallecimientos debido a un accidente de trabajo que se haya producido en el plazo de un año, independientemente de su gravedad inicial. La nueva definición amplía el concepto que se venía utilizando hasta ahora y «se adapta a las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)». La estadística oficial ha adaptado los registros de muertes de 2018 para poder ver la evolución entre ambos periodos.
La construcción, el sector con más siniestralidad
Los datos publicados también permiten detectar dónde se concentran más accidentes laborales, tanto por sectores de actividad como en las diferentes Comunidades Autónomas. Una de las conclusiones que se pueden extraer es que la construcción ha empeorado mucho sus datos respecto al año anterior.
Hasta junio, murieron 60 trabajadores de la construcción por accidentes mientras desempeñaban su trabajo. Para la comparativa con 2018, solo con datos de asalariados, se observa un aumento del 21% en el primer semestre, de los 43 fallecidos el año pasado a los 58 empleados muertos entre enero y junio de 2019.
Si atendemos a los datos de incidencia, también se evidencia un aumento (de un 11,5%), con un resultado de un accidente laboral mortal en jornada por cada cien mil asalariados de la construcción.
Tras la construcción, los sectores con más trabajadores muertos en el primer semestre son el «transporte y almacenamiento», con 38 víctimas, y la industria manufacturera, con 35 fallecimientos.
Por Comunidades, en términos absolutos, la que concentró más muertes de trabajadores fue Andalucía (57 personas), seguida de Catalunya (46) y la Comunidad de Madrid (32).
Sin embargo, el índice de incidencia –solo de accidentes mortales de asalariados durante la jornada– señala otras comunidades como las que presentan mayor siniestralidad en relación a su número de trabajadores. Las que obtuvieron peores datos fueron Cantabria, con 0,5 muertes por cada cien mil empleados, seguida de Galicia (0,4) y Navarra (0,35).